En este artículo vamos a hablar del trastorno de la modulación e integración sensorial, un tipo de trastorno de integración sensorial. Comenzaremos con una breve definición del Trastorno de lntegración Sensorial para pasar posteriormente a definir tipos y subtipos y poder profundizar en el Trastorno de la Modulación Sensorial, caracterizado principalmente por la baja sensibilidad a los estímulos.

Integración Sensorial ¿Qué es y como impacta en el desarrollo de la persona?

Nuestro cerebro se divide en diferentes partes encargadas de las diversas tareas que se ejecutan y coordinan de manera paralela y simultánea. Podríamos decir que es como un ordenador en el que cada parte del mismo se encarga de una función específica. Una parte se encarga del tacto, otra parte de la visión, y así con el resto de sentidos. Sin embargo, nosotros experimentamos todas estas sensaciones a la vez y no por separado.

No obstante, es muy importante ser consciente de que cada estímulo es un paquete de información independiente que nuestro sistema nervioso entrecruza formando así un todo de la realidad que llega a nuestro cerebro. Esto es evidente y se manifiesta de manera especialmente significativa en personas que sufren cualquier trastorno de la modulación e integración sensorial, una alteración que es relativamente común en niños y niñas (se estima que aproximadamente un 15% de menores en edad escolar tienen algún tipo de problema asociado a este trastorno) y que veremos a continuación.

¿Qué es el Trastorno de Integración Sensorial?

El Trastorno de Integración Sensorial, también conocido como Desorden del Procesamiento Sensorial, es una condición que existe cuando la integración multisensorial no es procesada adecuadamente para proporcionar respuestas apropiadas a las demandas del entorno.

El Trastorno del Procesamiento Sensorial se caracteriza por las dificultades en la organización de sensaciones que provienen del cuerpo y del medio ambiente y se manifiesta por problemas en el desempeño de una o más áreas principales de la vida diaria como puede ser la productividad, el juego, el ocio o actividades cotidianas del día a día.

Muchas personas pueden experimentar diversas dificultades cuando procesan la información procedente de los sentidos y esto podría deberse a un trastorno de integración sensorial. Veamos varios ejemplos:

• Sentido del tacto: Algunas personas tienen dificultades a la hora de recoger estímulos como el picor de un jersey de lana sobre la piel o tejidos similares que generalmente causar picazón.
• Sentido vestibular: Algunas personas pueden marearse conduciendo un automóvil
• Sentido propioceptivo: Algunas personas tienen dificultades para medir la fuerza que aplican sobre un bolígrafo para escribir.
•  

Manifestaciones y síntomas de desorden de integración sensorial

Los síntomas o manifestaciones del Trastorno de Integración Sensorial varían mucho en función del sentido que se ve afectado, de qué forma se ve afectado y la gravedad de dicha afección.

Un trastorno de la integración sensorial puede ocurrir en cada uno de los sistemas sensoriales: visual, auditivo, táctil, olfativo, gustativo, vestibular, propioceptivo o interoceptivo. Los síntomas pueden variar de un subtipo a otro y es por ello que son tan difícil de entender o diagnosticar. Cada persona con trastorno de integración sensorial debe ser evaluada de manera individual y el tratamiento nunca será el mismo para diferentes personas.

Como ya hemos dicho, las personas con desorden del procesamiento sensorial malinterpretan la información sensorial cotidiana, como el tacto, el sonido o el movimiento. Estas personas pueden sentirse bombardeadas por la información que les llega del exterior, pueden necesitar experiencias sensoriales intensas o pueden no ser conscientes de las sensaciones que otros tienen. También pueden manifestar síntomas sensoriales motores como un cuerpo débil, torpeza o retraso en las habilidades motoras.

A menudo, los síntomas confluyen hacia problemas emocionales, conductuales, sociales, atencionales o motores. Estos problemas derivados de la dificultad de procesar la información pueden tomar muchas formas y aparecer de forma diferente según el contexto de la persona y la familia.

Alguna de estos estilos atencionales se solapan con comportamientos descritos con tipologías de respuesta sensorial característicos de los Trastornos del Espectro del Autismo – TEA. Distintas investigaciones señalan que los niños y adolescentes con trastorno del espectro autista responden de forma diferente a los niños con desarrollo típico ante las experiencias sensoriales (Ermer & Dunn, 1998; Kientz & Dunn, 1997; Watling, Deiotz & White, 1997). Además, la aparición de una alteración en el procesamiento sensorial a menudo precede al diagnóstico de autismo (Adrien et al., 1993; Baranek, 1999; Dahlgren & Gillberg, 1989; Lord, 1995).

Tipos de Trastorno de Integración Sensorial

Actualmente, los Trastornos de Integración Sensorial se clasifican en seis subtipos. Además, casi todas las personas con trastorno en el procesamiento de la información manifiesta una combinación de más de un subtipo. Estos seis subtipos los podemos clasificar a su vez en tres patrones principales:

– Trastorno de la modulación sensorial

– Trastorno del motor basado en sensores

– Trastorno de discriminación sensorial

En este artículo nos vamos a centrar en el primer patrón, que recoge a su vez tres de los seis subtipos de desorden del procesamiento sensorial.

Trastorno de modulación sensorial

“La modulación sensorial es una competencia que se desarrolla a lo largo de la primera infancia, a partir del temperamento, del desarrollo cerebral y de las experiencias del niño. Implica la capacidad de regulación y organización de las respuestas a un estímulo sensorial según grado, intensidad y naturaleza, de forma que el niño logre mantener un desempeño y adaptación al contexto adecuado”(McIntosch et al., 1999; Lane et al., 2000)

En este patrón de Trastorno de Integración Sensorial se recogen a su vez tres de los seis subtipos citados anteriormente y que son los siguientes:

-Trastorno sensorial demasiado sensible

-Trastorno sensorial poco sensible

-Trastorno de ansia sensorial

Trastorno sensorial demasiado sensible

Es la predisposición a responder de manera exagerada, demasiado pronto o durante demasiado tiempo a estímulos sensoriales que la mayoría de las personas encuentran bastante tolerables.

Las personas con sobre-respuesta sensorial son más sensibles a la estimulación sensorial que la mayoría de las personas. Sus cuerpos sienten la sensación con demasiada facilidad o intensidad. Pueden sentir que están siendo constantemente bombardeados con información procedente del exterior.

En consecuencia, estas personas a menudo tienen una respuesta de “lucha o huida” a la sensación debido a las alteraciones de integración sensorial. Por ejemplo, ser tocados inesperadamente o ruidos fuertes pueden desencadenar una respuesta llamada “defensa sensorial” a través de la cual tratan de protegerse del estímulo y minimizar las sensaciones. De este modo, podemos ver a niños o adultos que pueden evitar ser tocados retirándose del alcance de otras personas o cubriéndose los oídos para evitar ruidos fuertes.

Trastorno sensorial poco sensible

Se trata de la predisposición a no ser consciente de los estímulos sensoriales que le rodean, a tener un retraso a la hora de responder a dichos estímulos, a silenciar su respuesta o responder con menos intensidad en comparación con una persona promedio.

Las personas que no responder bien a los estímulos sensoriales son a menudo tranquilas y pasivas, e ignoran o no responden a los estímulos con la intensidad habitual que se esperaría de una persona promedio. Pueden parecer personas retraídas, difíciles de captar su atención o absortos en su propia realidad porque no detectan la entrada sensorial del entorno del mismo modo.

Es posible que niños o adultos con trastorno sensorial poco sensible no perciban la temperatura de algunos objetos o no noten el dolor en respuesta a golpes, caídas, cortes o rasguños por lo que hay que prestar especial atención en estos casos.

Trastorno de ansia o ansiedad sensorial

Se trata de un impulso por la obtención de estimulación sensorial a toda costa. Dicho impulso resulta en la desorganización personal y conseguir dicha estimulación sensorial no calma el impulso en sí.

Las personas con este trastorno buscan o anhelan activamente la estimulación sensorial y parecen tener un deseo casi insaciable de información sensorial. Tienden a estar en constante movimiento, correr, chocarse contra las paredes, saltar, etc…

Es posible que los niños con trastorno de ansiedad sensorial necesiten tocarlo todo o ser especialmente “cariñosos” sin ser consciente de cuál es su espacio y cuál es el espacio del resto. A menudo, se confunde este tipo de trastorno con el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) o simplemente TDA (Trastorno de Déficit de Atención.

Por último, cabe destacar un factor clave con el deseo sensorial y es que cuando el individuo recibe más información, no se contenta, de hecho, aquellos verdaderos trastornos del deseo sensorial se desorganizar y desregulan con la estimulación sensorial adicional.

Con este último apunte finalizamos el post. ¿Qué te ha parecido? ¿Te gustaría que hiciésemos otro artículo mostrando los otros tres subtipos de Desorden de Procesamiento Sensorial y actividades para trabajar?

VIDEO Entrevista “Integración sensorial y autismo” con Ginés Ruiz – TO

Aprovecho también para compartirte este vídeo con Ginés Ruiz, terapeuta ocupacional certificado en Integración Sensorial en mi canal de YouTube  auTICmo.TV donde abordamos esta importante temática en relación a los TEA, en mayor profundidad. Suscríbete gratis al canal en Youtube para estar al tanto de todos los contenidos que voy publicando.