Llegan las vacaciones de verano (o de cualquier otra época) y con ello las dudas e incertidumbres de cual será el plan más acertado para nuestra familia. Existen planes de todo tipo; en la playa, en la montaña, en un pueblo costero, una travesía, ese viaje a la otra punta del mundo que tanto llevamos queriendo hacer…Un sinfín de posibilidades que se rigen principalmente por la economía del hogar, los intereses de los miembros y como no, por las restricciones y normas ante la pandemia que aún continua. Si a eso le sumamos el factor “familia neurodiversa” y tenemos un niño con TEA, hemos de tener amplitud de miras y sentarnos a reflexionar antes de planificar cualquier viaje o acontecimiento que varíe la rutina y circunstancias del día a día. Cuando hablamos de vacaciones y niños con TEA (o cualquier edad, vaya), anticiparnos resulta vital para poder ofrecer tanto al niño como al resto de la familia, una experiencia más previsible, controlada y poder disfrutar todos juntos con los espacios de tiempo y regulación que vayamos necesitando. Leas cuando leas este artículo, los consejos que se dan en él y en el video, se pueden generalizar a todo tipo de vacaciones con niños con TEA.

Algunas preguntas que nos habéis hecho llegar

¿Sería bueno para mi hijo con TEA de 3 años viajar a un hotel donde haya actividades para niños y poder participar?

Con tres hijos y dos TEA ¿Es conveniente viajar todos juntos y con el mismo plan? A veces nos resulta difícil encajarlo también porque pensamos que alguno de los niños no está disfrutando el momento

¿Hay algún tipo de actividad en vacaciones que sea especialmente recomendada para niños con TEA?

¿Cuáles son los mejores lugares para visitar con niños con autismo?

¿Cómo podemos anticipar con apoyos visuales los lugares a dónde vamos a ir? Porque son muchos…

¿Sería bueno mostrarle al niño las personas con las que vamos a estar de forma previa? No sé si antes del viaje o justo antes de que se de lugar el encuentro.